Nelly Omar

Nilda Elvira Vattuone, conocida artísticamente como Nelly Omar, nació el 10 de septiembre de 1911 en la localidad bonaerense de Bonifacio, aunque fue inscripta y criada en Guaminí, en la provincia de Buenos Aires. Se crió en una estancia de esa localidad, en una familia de diez hermanos. Su padre, un capataz genovés llamado Marcos, sabía tocar la guitarra y fue uno de los encargados de organizar la presentación del dúo de José Razzano y Carlos Gardel, que se llevó a cabo en el Teatro del Pueblo en 1918. Allí fue dónde Nelly, quien siempre había sido incentivada en el arte y la música, conoció al Zorzal Criollo, que inevitablemente marcaría su camino.


En una nota brindada hace unos años, relataba cómo conoció a Carlos Gardel: “Mi papá era muy amigo de Gardel. En 1918, él vino a mi casa de Guaminí, donde vivíamos. Mi papá, como buen gringo chapado a la antigua, no nos permitía a los chicos tratar con los hombres grandes, ¡y menos con los artistas! Pero yo, a través de la persiana, lo espié. Ahí lo vi, un hombre gordito, con el peinado al medio, con unas onditas, también estaba Razzano. Hasta que murió, mi padre tuvo una amistad con Gardel, le llevaba los discos a casa”.


Luego de la temprana muerte de su padre, Nelly con su madre, Salistiana, y sus hermanos debieron instalarse en Buenos Aires. Allí con apenas 12 años se vio obligada a trabajar en una fábrica textil para poder sobrevivir. "Manejaba una máquina de medias. Tenía que enganchar las agujas en los talones. Tenía vista, lo hacía rápido. Pero ganaba una miseria", había contado.


Pero su don para el canto, su gran afinación y su fraseo, no podían pasar inadvertidos. Así que, tras algunas actuaciones en su escuela de El Palomar y otros festivales, fue contratada por el dueño del Cine Argos, ubicado por ese entonces en Av. Federico Lacroze 3457, y Alvarez Thomas, en el barrio de Colegiales. Y, tras ser escuchada por el cantante Ignacio Corsini, a los 17 años comenzó presentarse en radios de gran alcance como Splendid, Mayo y Rivadavia.


De ahí en más, Nelly comenzó una carrera ascendente que tuvo su esplendor a partir de los años 30. En esa década se integró al conjunto Cuadros Argentinos. Se destacó por sus versiones de “Callecita mía”, “Solo para ti”, “Latido tras latido” e “Intriga y pasión”, entre otros temas.


Ya bautizada como "La Gardel con Polleras" –apodo que luego se cambiaría por "La voz dramática del tango"-, fue convocada por Radio Belgrano dónde conoció al poeta Homero Manzi, en 1937, quién escribiría sus presentaciones y terminaría perdidamente enamorado de ella.  Dicen que Manzi se inspiró en ella cuando compuso el célebre tango “Malena”. Y según Nelly afirmara en alguna entrevista, también fue su musa inspiradora para los tangos “Sur” y “Solamente ella”. Pero ambos estaban casados y su amor clandestino sería un torbellino de idas y vueltas que Nelly Omar decidió ponerle fin en 1944. Homero murió de cáncer en 1951, con apenas 41 años de edad y una pena de amor clavada en el corazón.


Continuando con su carrera artística, desde 1946 en la «Discográfica Odeón», por medio de Francisco Canaro, realizó grabaciones, con éxitos inolvidables como: “Adiós pampa mía”, “Canción desesperada”, “Rosas de otoño”, y “Desde el alma”, “Parece mentira”, entre muchos otros.


Paralelamente desarrolló una breve carrera cinematográfica en películas como “Canto de amor” (1940), “Melodías de América” (1942) y “Mi vida por la tuya” (1951).


Omar fue amiga íntima de Eva Perón desde el año '40, a quién le grabó el tema "La descamisada". Pero semejante amistad le valió que, con la llegada de la dictadura militar de 1955, Nelly pasara a formar parte de las "listas negras" de artistas. Así que, después de deambular por todos los medios buscando trabajo sin conseguirlo, se vio obligada a exiliarse en Uruguay y luego en Venezuela. Y recién regresó al país con la asunción de Arturo Frondizi aunque, para entonces, sus presentaciones comenzaron a ser más esporádicas. Recién su carrera volvió a resurgir con esplendor en los años 90.


¿Si alguna vez dejó de creer en el amor? ¡De ninguna manera! En 1993, a los 82 años, Nelly conoció al compositor Héctor Oviedo, a quien definió como un "caballero excelente". "Me enamoré, pero él, más. Fuimos felices", había  contado en uno de sus últimos reportajes, reconociendo, una vez más, que nunca había llegado a sentir por un hombre lo que ellos sí sentían por ella.


Coqueta como pocas, en determinado momento Nelly había decidido no mostrarse más en público. "No estoy para fotos", decía cada vez que la llamaban para una nota. Sin embargo, reapareció con todo en la última década de su vida y celebró su cumpleaños número 100 con un show en el Luna Park, en Av. Eduardo Madero 470, en el barrio de Retiro.


Nelly recibió múltiples premios y honores hacia el final de su vida, tales como la designación de Ciudadana ilustre de la Ciudad de Buenos Aires en 1996 y Embajadora del Tango en 2010. También recibió otros premios como el Raíz en 2007, el Clarín Espectáculos en 2009 y el Pablo Podestá en 2010.


Omar falleció, a los 102 años, el 20 de diciembre de 2013. “Cantando me he de morir, cantando me han de enterrar... Desde el vientre de mi madre vine a este mundo a cantar”, así citaba al Martín Fierro en sus espectáculos. Ese espíritu libre y rebelde, el de la última “cantora nacional”, parece haber sabido cumplir su voluntad. Detrás de sí dejó un inmenso legado y una gran inspiración en nuevos artistas que mantienen firmemente su recuerdo y estilo interpretativo.