Julio Cortázar

Julio Florencio Cortázar, nació un 26 de agosto de 1914, en Ixelles, un distrito al sur de la ciudad de Bruselas, capital de Bélgica. Por esos días, era un país invadido por los alemanes. El pequeño “Cocó”, como lo apodaba su familia, fue hijo de los argentinos Julio José Cortázar y María Herminia Descotte. Su padre era funcionario de la embajada argentina en Bélgica, donde se desempeñó como agregado comercial. Julio comentaría más tarde: “Mi nacimiento fue un producto del turismo y la diplomacia”.

Hacia fines de la Primera Guerra Mundial, los Cortázar lograron pasar a Suiza gracias a la condición alemana de la abuela materna de Julio, y de allí, poco tiempo más tarde, a Barcelona, donde vivieron un año y medio. Cortázar contaba con cuatro años cuando él y su familia volvieron a la Argentina. Pasó el resto de su infancia en Banfield, al sur del Gran Buenos Aires, junto a su madre, una tía y Ofelia, su única hermana (un año menor que él).


Según relataba, su infancia fue brumosa y con un sentido del tiempo y del espacio diferente al de los demás. Cuando tenía seis años, su padre abandonó a la familia, y no volvieron a tener contacto. Julio fue un niño enfermizo y pasó mucho tiempo en cama, por lo que lo acompañó la lectura. A los nueve años ya había leído a Julio Verne, Victor Hugo y Edgar Allan Poe. Solía, además, pasar horas leyendo un diccionario Pequeño Larousse.


Cortázar fue un escritor precoz, a los nueve o diez años ya había escrito una pequeña novela, “afortunadamente perdida”, según él mismo declaraba, e incluso antes algunos cuentos y sonetos. Dada la calidad de sus escritos, su familia, incluida su madre, dudó de la veracidad de su autoría, lo que generó una gran pesadumbre en Cortázar, quien compartió ese recuerdo en algunas entrevistas.


Tras realizar los estudios primarios en la Escuela Nº 10 de Banfield, se formó como maestro normal en 1932, en la Escuela Normal de Profesores Mariano Acosta, ubicada en Urquiza 277 del barrio de Balvanera, cuya atmósfera recreará en el cuento “La escuela de noche”. Este título lo habilita para ejercer el magisterio. Ese mismo año intenta sin éxito viajar a Europa en un buque de carga, con un grupo de amigos (fracaso que podemos encontrar explicitado en Lugar llamado Kindberg). Ese mismo año, en una librería de Buenos Aires, descubre el libro Opio, de Jean Cocteau, cuya lectura cambia "por completo" su visión de la literatura y le ayuda a descubrir el surrealismo.


En 1935 obtiene el título de Profesor Normal en Letras e ingresa en la Facultad de Filosofía y Letras, de la Universidad de Buenos Aires. Aprueba el primer año, pero como en su casa "había muy poco dinero y yo quería ayudar a mi madre", abandona los estudios para iniciarse en el profesorado. Dos años después es designado profesor en el Colegio Nacional de una pequeña ciudad de la provincia de Buenos Aires, Bolívar. Lee infatigablemente y escribe cuentos que no llega a publicar.


En 1938 publica su primera colección de poemas, “Presencia” con el seudónimo de Julio Denis. En julio de 1939 fue trasladado a la Escuela Normal de Chivilcoy.


En 1941, con el seudónimo Julio Denis, publica un artículo sobre Rimbaud en la revista Huella, que junto con la revista Canto fueron importantes vehículos de expresión para los jóvenes escritores. Se traslada a Cuyo, Mendoza, y en su Universidad imparte cursos de Literatura Francesa. Publica su primer cuento, Bruja, en la revista Correo Literario. Participa en manifestaciones de oposición al peronismo. Cuando Juan Domingo Perón gana las elecciones presidenciales presenta su renuncia.

Reúne un primer volumen de cuentos “La otra orilla”. Regresa a Buenos Aires, donde comienza a trabajar en la Cámara Argentina del Libro.


En 1946 publica el cuento “Casa tomada” en la revista Los anales de Buenos Aires, dirigida por Jorge Luis Borges. Ese mismo año publica un trabajo sobre el poeta inglés John Keats, La urna griega en la poesía de John Keats en la Revista de Estudios Clásicos de la Universidad de Cuyo. Colabora en varias revistas, Realidad, entre otras. Publica un importante trabajo teórico, Teoría del Túnel.


En 1948 obtiene el título de traductor público de inglés y francés, tras cursar en apenas nueve meses estudios que normalmente llevan tres años. El esfuerzo le provoca síntomas neuróticos, uno de los cuales (la búsqueda de cucarachas en la comida) desaparece con la escritura de un cuento, “Circ”, que junto con “Casa Tomada” y “Bestiario” (aparecidos en Los anales de Buenos Aires) será incluido más adelante en Bestiario, que fue su primer libro de cuentos.


Luego obtiene una beca del gobierno francés y viaja a París, con la firme intención de establecerse allí. Comienza a trabajar como escritor en la UNESCO.


En 1953 se casa con Aurora Bernárdez, una traductora argentina, con quien vivió en París con cierta penuria económica hasta que aceptó la oferta de traducir la obra completa, en prosa, de Edgar Allan Poe para la Universidad de Puerto Rico. Dicho trabajo sería considerado luego por los críticos como la mejor traducción de la obra del escritor estadounidense.


En 1959 publica “Las armas secretas” (Ed. Sudamericana), que incluye el cuento largo “El perseguidor”. Este cuento supone un sesgo en la narrativa de Cortázar. Allí aborda "un problema de tipo existencial, de tipo humano, que luego se ampliará en “Los Premios” y, sobre todo, en “Rayuela” (1963).


En 1961 realiza su primera visita a Cuba. Ese mismo año la editorial Fayard publicó, el anteriormente citado, “Los Premios”, primera traducción de una obra de Cortázar.


Luego publica “Historias de cronopios y de famas”, en la editorial Minotauro, de Buenos Aires y en 1963 aparece “Rayuela” (Ed. Sudamericana), de la que se vendieron 5.000 ejemplares en el primer año. En ese mismo período participa como jurado en el Premio Casa de las Américas, en La Habana.


En 1967, rompió su vínculo con su primera esposa Bernárdez y se unió a la lituana Ugné Karvelis con la que nunca contrajo matrimonio y quien le inculcó un gran interés por la política.


En 1970 viaja a Chile, invitado a la asunción del gobierno del presidente Salvador Allende. La editorial Sudamericana publica el libro Relatos, en el que se incluye una selección de cuentos de “Bestiario”, “Final del juego”, “Las armas secretas” y “Todos los fuegos el fuego”.


En noviembre de 1974 fue galardonado con el Médicis étranger por “Libro de Manuel” y entregó el dinero del premio al Frente Unificado de la resistencia chilena. Ese año fue miembro, junto con los escritores Gabriel García Márquez y Armando Uribe (este último, en su calidad de jurista), del Tribunal Russell II reunido en Roma para examinar la situación política en América Latina, en particular las violaciones de los Derechos Humanos. Fruto de esa participación fue el cómic editado posteriormente en México “Fantomas contra los vampiros multinacionales”, que Gente Sur editó en 1976.


También, en 1974, junto a otros escritores tales como Borges, Bioy Casares y Octavio Paz, pidieron la liberación de Juan Carlos Onetti, el escritor uruguayo apresado por deliberar como jurado en favor del cuento “El guardaespaldas” de Nelson Marra, y cuyo encarcelamiento le significó secuelas traumáticas.


Cortázar fue perseguido durante la dictadura militar ocurrida en Argentina entre 1976 y 1983, denunció y lideró las denuncias y acusaciones a los organismos de Derechos Humanos de los exiliados argentinos en París a la prensa internacional en contra de la dictadura.


En 1976, viajó a Costa Rica en donde se encontró con Sergio Ramírez y Ernesto Cardenal, emprendiendo un viaje clandestino hacia la localidad de Solentiname en Nicaragua. Este viaje marcó su vida para siempre y fue el comienzo de una serie de visitas a ese país. Luego del triunfo de la revolución sandinista, visitó reiteradas ocasiones Nicaragua y siguió de cerca el proceso y la realidad tanto nicaragüense como latinoamericana. Estas experiencias dieron como resultado una serie de textos que serían recopilados en el libro “Nicaragua, tan violentamente dulce”.


En 1981 el gobierno socialista de François Miterrand, en uno de sus primeros decretos, le otorga a Cortázar la nacionalidad francesa, el 24 de julio.


Con su tercera pareja y segunda esposa, la escritora estadounidense Carol Dunlop, realizó numerosos viajes, entre otros a Polonia, donde participó en un congreso de solidaridad con Chile. Otro de los viajes que hizo junto a Carol Dunlop fue plasmado en el libro “Los autonautas de la cosmopista”, que narra el trayecto de la pareja por la autopista París-Marsella. Tras la muerte de Carol Dunlop, en 1982, Aurora Bernárdez lo acompañó nuevamente, esta vez durante su enfermedad.


Entre el 30 de noviembre y el 4 de diciembre de 1983 viaja a Buenos Aires, para visitar a su madre después de la caída de la dictadura y la asunción del gobierno por el presidente Raúl Alfonsín. Las autoridades ignoran su presencia, pero es calurosamente recibido por la gente, que lo reconoce en las calles.


El 12 de febrero Julio Cortázar muere y es enterrado en el cementerio de Montparnasse, en la tumba donde yacía Carol Dunlop, su última esposa.


En 1984 la Fundación Konex le otorgó posmórtem el Premio Konex de Honor por su gran aporte a la historia de la literatura argentina.


En 1986 la editorial Alfaguara emprende la publicación de las obras completas de Julio Cortázar, incluso aquellas que habían permanecido inéditas hasta su muerte. Con ese propósito crea una colección especial, “Biblioteca Cortázar”.


La obra de Julio Cortázar fue traducida a varios idiomas. Sus libros viven plenamente en el imaginario colectivo de América Latina y el resto del mundo.


En Buenos Aires hay muchos lugares que lo recuerdan y que llevan su nombre en su honor. Algunos de ellos son: La Plaza Cortázar, antes llamada plaza Serrano, situada en la intersección de las calles Serrano, Jorge Luis Borges y Honduras, en el barrio Palermo Viejo.


También una calle del Barrio Rawson (Espinosa) cambió su nombre debido a que el escritor vivió allí algunos años, antes de marcharse a París.


El puente Cortázar, situado sobre la avenida San Martín, en el barrio de Agronomía (en la ciudad de Buenos Aires), se nombró así por la misma razón.


Y varias instituciones educativas llevan su nombre, como el caso de La Escuela Secundaria Básica N.º 13 “Julio Cortázar”, situada en Bogotá 2759, en el barrio de Flores, entre otras.


En la ciudad de Buenos Aires, la cafetería London City, nombrado como bar notable en el año 2000, un clásico del centro porteño, en la esquina de Avenida de Mayo y Perú, en el barrio de San Nicolás, es recordado porque el escritor Julio Cortázar eligió algunas de sus mesas en la década del 60 para escribir su novela “Los Premios”. Incluso el café aparece mencionado como el London en algunos de los párrafos del libro. En este lugar, en la mesa que solía sentarse Cortázar figura, en su honor, una estatua en tamaño real con su figura, fumando un habano, con un café y un libro en su mesa.


En abril de 1993, Aurora Bernárdez donó a la Fundación Juan March de Madrid la biblioteca personal del autor, de la calle Martel; más de cuatro mil libros, de los cuales más de quinientos están dedicados al escritor por sus respectivos autores, y la mayoría poseen numerosas anotaciones de Cortázar, acerca de las cuales habla la obra Cortázar y los libros (2011), de Jesús Marchamalo.


Durante 2014, con motivo de los cien años desde su nacimiento, como homenaje se publicaron libros y realizaron exposiciones sobre el autor en diversos países. En la Plaza Libertador de la Biblioteca Nacional de Buenos Aires se inauguró un monumento en su honor.