Gustavo Cerati

“Me verás volar por la Ciudad de la Furia, donde nadie sabe de mí y yo soy parte de todos”


Gustavo Adrián Cerati Clark nació el 11 de agosto de 1959 en el barrio porteño de Barracas, hijo primogénito de sus padres: Juan José Cerati, de profesión ingeniero y contador, y Lilian Clark. Tenía ascendencia italiana por parte paterna e irlandesa por parte de su madre.


Su infancia transcurrió en la casa familar del barrio de Villa Ortuzar, en la calle Heredia 1219. Según relataba su madre, desde pequeño Gustavo se relacionaba mucho con la gente y alegraba las fiestas familiares y del colegio: “Con una guitarrita de madera o un palo de escoba, animaba todos los cumpleaños”.


A la edad de doce años, formó su primera banda en la escuela primaria, el Instituto San Roque, sito en la calle Plaza 1160, también del barrio de Villa Ortuzar. Gustavo practicaba con palos de escoba con otros compañeros, quien resaltó sus habilidades ante sus amigos; en ese tiempo, formó las agrupaciones ET, y después, Koala.


Solía dibujar y crear bocetos en sus tiempos libres, donde inventó dos superhéroes: Supercerebro, parecido a Superman, y Argos, un hombre asemejado a Tarzán. En su adolescencia continuó con la música y formó dos bandas simultáneas, Savage y Vozarrón. La primera la integraba con dos cantantes británicas, y solían actuar en un cabaret, frente al Parque Centenario. También se integró al trío llamado “Triciclo” con la que hacía versiones e improvisaciones de canciones populares de aquel tiempo, allí comenzó a demostrar sus dotes como guitarrista.


En 1982, tocó junto a Zeta Bosio en la banda “The Morgan”, en Punta del Este (Uruguay), donde comenzaron a estrechar lazos de amistad más fuertes, ya que se conocían desde antes como compañeros en la carrera de Publicidad que estaban cursando en la Universidad del Salvador. Un día Cerati le propuso a Bosio armar una banda con temas propios que no fuesen cantados en inglés sino en castellano, aunque influenciados por la estética de The Cure y The Police. El primero asumió el rol de cantante y guitarrista mientras el segundo se hizo cargo del bajo y los coros; solo les faltaba un baterista. Más tarde, gracias a la intervención de Laura, hermana de Cerati, que les habló del baterista Charly Alberti, se completó la banda que se llamó Soda Stereo, en alusión a su “música con burbujas”.


En 1983, fueron invitados a tocar en el programa de televisión “Música total” de Canal 9. Cerati en ese momento trabajaba como visitador médico en el Laboratorio Boehringer (Buenos Aires), y el programa justo coincidía con su horario laboral, entonces pidió el día libre por enfermedad para poder asistir. Tras aparecer en televisión, sería visto por sus jefes, lo que significó en su despido.


Después de probar a otros posibles integrantes, Cerati, Bosio y Alberti decidieron quedarse sólo como un trío. Durante algunos meses tocaron en salas alternativas, pero en 1984 grabaron su primer disco, titulado simplemente “Soda Stereo” y un año después comenzaron a hacer recitales cada vez más masivos que los fueron consolidando en el escenario nacional.


A partir de 1983, en pleno proceso de recuperación de la democracia, el país vivía un clima de apertura en todos los sentidos que permitió que, con “Nada personal”, su segundo álbum, la banda liderada por Cerati alcanzara el estrellato.


Con una cuidada estética que hizo historia, influenciada por una de las primeras novias de Cerati, Anastasia Chomyszyn, plagada de cabellos alborotados, maquillaje recargado y ropa multicolor, los Soda fueron el primer grupo argentino que apostó y ganó la conquista del mercado iberoamericano.


En febrero de 1987, Soda se presentó en el XXVIII Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar. Este evento, fue significativo para ellos tras desatar la denominada «sodamanía», con una multitud de fanáticas que los recibieron a gritos siguiéndolos por todas partes. Un suceso inédito con un grupo de rock en español. Además, los consolidó como una de las bandas más importantes del género. Desde entonces, mantuvieron un ascenso exitoso a nivel internacional. Tras las publicaciones de Doble vida (1988) y el EP Languis (1989) que trajo consigo una extenuante gira de 2 años, Cerati se había convertido en un ídolo latino.


Para salirse un poco de esa “etiqueta”, Cerati se refugió en las bandas de rock nacional que escuchaba en su adolescencia como Pescado Rabioso, Vox Dei y Color Humano, dando como resultado “Canción animal” (1990) que consolidó el éxito de Soda Stereo ante el público y la prensa; catalogado como el mejor álbum de la banda, y de los más emblemáticos del rock en español. Según la revista Rolling Stone: “es el primer registro en que Gustavo Cerati empieza a mirarse como un heredero del rock argentino de los años 70”.


En ese momento de mayor popularidad, los integrantes de Soda Stereo comenzaron a cuestionar su futuro, luego de batir varios récords como llenar el Teatro Gran Rex, el Estadio Vélez y reunir 250000 personas en la Avenida 9 de Julio. Ante esa vorágine de éxitos Cerati se planteaba: “Una posibilidad sería dedicarnos una y otra vez a superar nuestras propias marcas, como si fuese un deporte. ¿Pero hasta qué punto se puede hacer eso sin matar la música que amamos?”. Soda Stereo se consagró, pero sus integrantes se agotaron emocional y artísticamente, por lo que, en 1997, 15 años después de haber nacido y con siete discos como legado, el trío anunció su separación.


Cerati, quien para entonces ya se había divorciado de su esposa chilena, Cecilia Amenábar, y tenía dos hijos, comenzó una búsqueda personal que reflejó en proyectos de música electrónica y luego en los álbumes “Amarillo”, “Bocanada” y “Siempre es hoy”.

En 2002, luego de sorprender con aplaudidas versiones sinfónicas de sus canciones rockeras en el Teatro Colón, volvió al ruedo con el disco “Ahí vamos”, en el que demostró que su talento como cantautor seguía intacto.

 

Los Soda nunca descartaron un reencuentro, y lo concretaron en 2007, con la esperada y emotiva gira “Me verás volver”, que agotó un millón de entradas en 22 conciertos en América Latina y en Estados Unidos.

 

En 2009, Cerati presentó “Fuerza natural”, su último álbum, y comenzó una gira internacional que lo llevó a Caracas, la capital venezolana en donde el 16 de mayo de 2010 lo sorprendió un ataque cerebrovascular. El diagnóstico que dieron a conocer los médicos que lo atendieron, dejaron escaso margen para el optimismo: "Infarto extenso en el hemisferio cerebral izquierdo y daño del tronco cerebral secundario".

 

El músico fue traído dos semanas después hacia Buenos Aires para ser internado durante cuatro meses en la Clínica Fleni, especializada en atención neurológica y en octubre de 2010, llevado a la ALCLA, un nosocomio de menor complejidad ante las escasas posibilidades de que se recuperara. Cerati nunca pudo abandonar el estado de coma ni dejar de ser asistido por un respirador artificial.

 

Desde entonces su estado de salud se manejó en el más completo hermetismo; porque su familia decidió cuidar hasta el último momento la dignidad de un artista cuya obra será inmortal.

 

En 2011, su último álbum recibió tres premios Grammy en Estados Unidos y el premio Gardel de Oro en Argentina.

 

Durante los últimos cuatro años Cerati no registró ningún signo de recuperación, lo que llevó incluso a Charly Alberti, su ex compañero de Soda Stéreo, a advertir que la familia "ya debería dejarlo ir", es decir, cesar los tratamientos médicos.

 

Falleció el 4 de septiembre de 2014, tras sufrir un paro cardíaco.

 

Su música y su obra quedó como un registro inmortal. Entre varios de los homenajes a la banda, figura la esquina Soda Stereo, en la calle Dr. Victorino de la Plaza 1501, en el barrio de Belgrano que fue inagurada en el 2017 por los otros integrantes de la banda.