Francisco Canaro

Francisco Canaro, nombre artístico de Francisco Canarozzo, nació en San José de Mayo, Uruguay, el 26 de noviembre de 1888. Era apodado “Pirincho” porque, según contaba la anécdota familiar, cuando nació la partera exclamó, al ver la forma de su pelo, "¡Parece un pirincho!", aludiendo a un pájaro encrestado típico del Río de la Plata.


Desde muy temprana edad, la familia de Canaro (de origen italiano) se instaló en Buenos Aires, donde vivieron en casas de inquilinato (conventillos), en condiciones de extrema pobreza. Francisco desde antes de cumplir los diez años trabajaba en las calles. Su hermano menor fue el también músico y director de orquesta Rafael Canaro.


Su primer violín lo construyó con sus propias manos, empleando envases de aceite de la fábrica donde trabajaba. Dicho violín de lata le serviría para iniciar su carrera y ganar dinero suficiente para comprar uno de madera.


El primer tango que sacó de oído fue "El llorón", de autor anónimo, recordaría muchos años después. “El estuche me lo fabricó mi vieja (en realidad, una funda de género), y ya salí a ganar algo de plata en bailes de la vecindad”.


En 1906 comenzó a tocar el violín en un trío de Tango. En 1908 debutó en el Café Royal, ubicado en ese entonces en la calle Necochea 1221, del barrio de la Boca. Sin formación académica, era un talentoso autodidacta. En 1910 tuvo la oportunidad de ingresar en la orquesta de Vicente Greco, quien fuera su vecino. Tocaron en bares y salones de baile durante 6 años hasta 1916. Canaro reconocería tiempo después lo que influyeron en él los conocimientos de Greco.


En 1912 Canaro comenzó su trascendental labor de compositor con los tangos "Pinta brava" y "Matasanos". Luego de 1916, fundó su propia agrupación, con la cual logró un gran éxito a nivel local.


En 1918 luchó por los derechos autorales, no reconocidos en esos tiempos, hasta culminar en la creación de la actual SADAIC (Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música), fundada en 1935, ubicado en la calle Lavalle 1547 del barrio de Tribunales, y cuyo edificio fue construido sobre terrenos adquiridos por el mismo Canaro.


En 1922 grabó su primer disco. Comenzaba 1925 cuando el director de una agencia de contratación de artistas, Amadeo Garesio, impulsó a Canaro a presentarse en París, ciudad donde el tango tenía amplia difusión y en la que actuaban con éxito la orquesta de Manuel Pizarro y el conjunto encabezado por Genaro Espósito y Eduardo Blanco. Canaro viajó con sus hermanos, el bandoneonista Juan y el contrabajista Rafael, el bandoneonista Carlos Marcucci, el pianista Fioraventi Di Cicco, el violinista Agesilao Ferrazzano y el baterista Romualdo Lo Moro.


La orquesta debutó el 23 de abril de 1925 en el Dancing Florida, que se encontraba en el vestíbulo del teatro Apollo, con sus integrantes con vestimenta gauchesca (blusa y chiripá floreados, pañolón, botas y hasta puñal en el cinto), porque la actuación de orquestas íntegramente formada por músicos extranjeros sólo estaba permitido si constituía un “número de atracción” justificando una característica especial. Para más riqueza del show, Canaro había sumado en París a la cancionista Teresa Asprela, que se dedicaba al género de la música nativa y había viajado con uno de los músicos. Además, incorporó al espectáculo la percusión del serrucho a cargo de Rafael Canaro, los canturreos y silbos del conjunto y los recitados del Martín Fierro por el propio Canaro. El éxito fue total, las reservas de mesa debían hacerse con gran anticipación y fue invitado a tocar con su orquesta en otras selectas reuniones. A razón de ese éxito la gira continuó visitando otros países como España y Estados Unidos. Las noticias del triunfo fueron llegando a Argentina, principalmente, por las crónicas del periodista Fernando Ortiz Echagüe, que era el representante del diario La Nación.

En 1932 regresó a Buenos Aires, y comenzó su etapa de director y compositor. En diciembre de ese año graba el "Himno al Club Atlético River Plate", junto a su Orquesta Típica. El Himno, compuesto en 1918, lleva la melodía de It's a Long Way to Tipperary, mientras que la letra fue creada por Arturo Antelo. También compone sus tangos más destacados: “Se dice de mí” interpretado por la gran Tita Merello, “Madreselva”, “Sentimiento gaucho” y “Envidia”. Canaro actuó en diversos países de Sudamérica, como Brasil, Uruguay y Chile.


Posteriormente, también empezó a escribir partituras para comedias musicales. Tales como “La muchachada del centro” que fue estrenada en el teatro El Nacional. Años después, el vínculo con el teatro vio los estrenos de “La historia del tango” en 1941, “Sentimiento gaucho” en 1942 y “Dos corazones” en 1944. La seguidilla de éxitos continuó con “El tango en París” y otras obras posteriores.


Francisco Canaro fue uno de los músicos que más contribuyó a la extensión y popularidad del tango a nivel internacional. En la década de 1960 realizó una gira por Japón con gran repercusión. En su trayectoria, se registra que grabó 7.000 discos de tangueros.


El compositor falleció en Buenos Aires el 14 de diciembre de 1964, a los 76 años de edad.


En 2001 la adaptación de su composición musical “Se dice de mí” para la telenovela “Yo soy Betty”, la fea estuvo nominada al Latin Grammy por Mejor Canción Escrita Para Un Medio Audiovisual interpretado por la colombiana Yolanda Rayo.