Cafés y Bares San Telmo

Las calles de San Telmo se asoman con lugares y bares plagados de historia. Al caminar por este barrio legendario, que fue el primero de la ciudad, se puede palpitar la esencia de las personas que lo habitaron y recorrieron. Los cafés y bares, denominados como “notables” por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, son la historia viva que nos invita a visitarlos. A continuación, describiremos cada uno de ellos.


Bar Británico


Este bar, ubicado en la esquina de Brasil (399) y Defensa, abrió sus puertas en 1928. En ese entonces, se llamaba “La Cosechera”. Pero la asidua presencia de inmigrantes y ex combatientes ingleses de la Primera Guerra Mundial, que vivían alojados en una pensión cercana llamada, popularmente, “el conventillos de los ingleses” (ver nota: Av. Caseros), lo convirtieron en su lugar de encuentro preferido. Desde los años 1930, el Bar Británico se transformó en el emblema del Parque Lezama. En sus mesas pareciera que el tiempo no transcurriera. Hace unos años atrás el barrio entero se movilizó para evitar su cierre.

Bar El Federal


El edificio donde se encuentra el café bar “El Federal”, data del siglo XIX. Está ubicado en la esquina de Perú y Carlos Calvo 599, en pleno corazón de San Telmo. Anteriormente lo hizo como almacén con despacho de bebidas, clásica tipología comercial porteña de fines del siglo XIX y principios del XX.


Los dos salones que conforman El Federal, con un mobiliario tradicional, poseen una interesante exposición porteña, que incluye viejas publicidades, fotografías de los años 20 y 30. Objetos que movilizan nuestra memoria como antiguos triciclos, añejas botellas de aperitivos, sifones de vidrio de color con cabeza metálica y pinturas relacionadas con personajes de la música ciudadana (como el incomparable Roberto Goyeneche, Edmundo Rivero, Homero Manzi, Osvaldo Pugliese y Héctor “Chupita” Stamponi, entre otros) determinan su cálido espíritu, que se refuerza con la atención de su plantel de mozos y mozas.


La barra baja, que protagoniza el primer salón, permite comer sentado muy cómodamente las especialidades de la casa (picadas, tortillas, lomos y sándwiches especiales, ravioles caseros de pavita o strudel).

El Hipopótamo


Desde una ubicación estratégica en el barrio de San Telmo brinda cordialidad y buen servicio. La esquina noroeste de Brasil y Defensa presenta un edificio de tres pisos levantado cuando apenas iniciaba su historia el siglo XX. Desde las vísperas del Centenario de la Revolución de Mayo, es decir desde 1909, en el local de Brasil 401 y Defensa siempre existió un café, originalmente llamado “La Estrella del Sur” con la tipología almacén y despacho de bebidas.


El Hipopótamo brinda, un variado menú, desde pizzetas, sándwiches especiales y picadas hasta tentaciones de la casa, como panqueques de dulce de leche o de manzana.

El interior del bar mantiene cierta penumbra, donde se destacan como acentos de color diferentes carteles enlozados de antiguas publicidades, tales como: Aperitivo Campari (azul, amarillo blanco), “Prefiera una Gardini, la mejor máquina para coser y bordar” (rojo y amarillo) y “Cigarrillos 43. Libres de todo trust” (azul, rojo y blanco).


En este ámbito se filmaron algunas escenas de las películas “Despabílate amor” de Eliseo Subiela, y “Las cosas del querer II” dirigida por Jaime Chavarri, con la participación de Ángela Molina, Manuel Bandera y Darío Grandinetti, entre otras figuras.

La Poesía


Fue un ámbito de referencia para los poetas de la Generación del ’60. Su historia comienza en 1982, cuando el poeta Rubén Derlis inauguró, en la esquina de Chile 502 y Bolívar, el “Café La Poesía”.  El escritor Derlis perteneció a la Generación del ’60 y en seis años convirtió al bar en un ámbito de referencia para este movimiento que tuvo a Juan Gelman, Francisco Paco Urondo, Olga Orozco, Alejandra Pizarnik, entre otros, como los exponentes de mayor influencia de aquella corriente. También congregó a la nueva generación de poetas empujados por la naciente democracia. Fue un lugar de referencia indiscutida de la época.


Durante los seis años que siguieron hasta su cierre, el Café La Poesía fue sede de la bohemia artística de San Telmo, el barrio favorito de los intelectuales. Aquí se fundó el “Grupo de los Siete” y fue el lugar de encuentro de UNCIPAR (Unión de Cineastas de Paso Reducido). Además se llevaron a cabo el ciclo “Poesía Lunfarda” y los distintos encuentros de literatura policial y de jazz, además de talleres de narrativa y poesía.


En una de sus mesas, Horacio Ferrer (Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires desde 1992 y de la de Montevideo a partir de 2002) conoció a Lucía Michelli, a quien le escribió un poema llamado Lulú, que más tarde sería transformado en vals por Raúl Garello. Sus primeros versos rezan: ¿Te acordás del café La Poesía /esa mágica noche en San Telmo?/ Buenos Aires urdió nuestro encuentro, / tan romántica y dulce Lulú. En la primera mesa entrando por la esquina, mano derecha al lado de la ventana, una chapa corona la madera con la dedicatoria a esta eterna pareja.


Después de varios años de negocios que no prosperaban, en 2008 el Café La Poesía reabrió sus puertas en la misma esquina porteña y con las mismas características.

El Querandí


En 1920 abrió sus puertas y aún conserva su mobiliario. En la esquina de Perú 302 y Moreno se encuentra este legendario café, en el solar que don Juan de Garay, luego de la segunda fundación de la Ciudad, cediera a don Alonso Gómez del Mármol en 1583, ubicada en el Casco Histórico de la Ciudad. En 1920 abrió sus puertas El Querandí, uno de los refugios preferidos de los alumnos del vecino Colegio Nacional Buenos Aires hasta que en los años 1980 tuvo que cerrar, como tantos otros bares. Afortunadamente, varios años más tarde se logró recuperar con su mobiliario intacto de sillas Thonet y sus paredes revestidas con su clásica boiserie de cedro oscuro. Fue restaurado en 1992, y declarado “Bar Notable” y “Testimonio Vivo de la Memoria Ciudadana”. Su espacio presenta techos altísimos, columnas salomónicas, boiserie oscura, detalles que lo convierten en un clásico de Buenos Aires.


Este café se presenta con distintas ofertas según la hora del día. Al mediodía un gran espacio iluminado con mesas dispuestas con gran espacio entre ellas, elegante y cómodo. Con sitio reservados para almuerzos de negocios, servicio de recepcionista, opción de menú ejecutivo y a la carta, sugerencia semanal y una carta que se renueva en cada estación.


De noche, una cena show con un espectáculo de tango, cocina internacional y un ambiente intimista y tradicional de auténtica tanguería.

Bar Sur


El bar lleva este nombre por estar ubicado en el antiguo límite sur. En 1967 abrió sus puertas, en la esquina de Estados Unidos 299 y Balcarce (ubicado en el Casco Histórico e integrante del Circuito Turístico Oficial de San Telmo), límite sudeste del ejido de la ciudad cuando don Juan de Garay la fundó por segunda vez en 1580. Ambientado de manera intimista, con muebles estilo vienés y piso calcáreo en damero blanco y negro, el Bar Sur es un buen lugar para quienes quieran escuchar y ver bailar tango todas las noches hasta la madrugada.


Es pionero en el espectáculo nocturno de Buenos Aires y ofrece todos los días desde hace 45 años su show tradicional y participativo continuado de 20 a 2 hs. Las especialidades de la casa son: tapas, pizzas, empanadas, cazuelas de pollo y de lomo, y tartas de verdura.