Contiguo al Palacio Municipal, en 1898 se inauguró la casa central del diario La Prensa, sito en Av. de Mayo 575. En su momento, llegó a ser la sede de diario más lujosa del mundo. Actualmente es la Casa de la Cultura del GCBA.
La Avenida de Mayo fue la primera avenida que tuvo la Ciudad de Buenos Aires y es la columna vertebral del centro histórico y cívico de la ciudad. Conecta la histórica Plaza de Mayo con la Plaza del Congreso, en una extensión de diez cuadras. Comienza en la calle Bolívar y su trazo de este a oeste corre entre las laterales Hipólito Yrigoyen y Avenida Rivadavia. Su creación fue proyectada por el arquitecto italiano Juan Antonio Buschiazzo, quien como director del Departamento de Obras Públicas de la Municipalidad, bajo la intendencia de Torcuato de Alvear, planeó reformas y construcciones para embellecer la ciudad de Buenos Aires. Esos eran tiempos en los que la construcción recibía con los brazos abiertos nuevas técnicas y elementos, como el uso del hierro, de los ascensores y la consolidación de la luz eléctrica, entre otros.
En su momento, el planeamiento fue muy debatido y resistido pues requirió la expropiación y demolición de construcciones pertenecientes a la alta sociedad, además de considerarse un proyecto sumamente costoso. La realización de la Avenida de Mayo se inspiró en los bulevares de París, pero la caudalosa vertiente inmigratoria española impregnó su carácter hispánico al poblarse de teatros de zarzuelas, cafés similares a los de Madrid, ateneos, asociaciones literarias y peñas, influyendo en su arquitectura, razón por la cual se la suele comparar con la Gran Vía madrileña.
Para realizarla, en 1888, se demolieron todas las manzanas que iban de Bolívar a Entre Ríos, entre Rivadavia e Hipólito Yrigoyen, situación que se reglamentó con una ley de 1885, año en que comenzaron los juicios de expropiación. Para este proyecto, se tomó la decisión de demoler tres arcos del Cabildo y parte del viejo edificio de la Municipalidad. También obligó a la demolición de varios edificios importantes, entre los que podemos destacar el Templo Presbiteriano de la calle Piedras (mudado a su actual ubicación de Av. Belgrano 579) y el edificio neo-morisco del Mercado Modelo que iba desde la actual Sáenz Peña hasta San José.
Desde principios del siglo XX, se convirtió en el estupendo escenario de la vida pública, y los frentes de sus sofisticados edificios de estilo art nouveau, neoclásico y ecléctico constituyeron el marco de recepción de los ilustres visitantes extranjeros. Es, sin duda, el gran ejemplo urbano de la prosperidad de la Argentina de esa época.
La construcción de los primeros edificios de corte academicista fue un testimonio elocuente de la influencia de la arquitectura francesa. Gracias a las nuevas técnicas que utilizaban el hormigón armado y las vigas de hierro las construcciones eran más altas y macizas; y cambiaron de modo decisivo la apariencia del antiguo centro de la ciudad. Sin embargo, varios de aquellos preceptos se perdieron, en parte, por influencia de la propiedad en manos de particulares y de los arquitectos que proyectaron obras con reglas más flexibles, lo que convirtió a la avenida en un mosaico de estilos.
Al momento de su inauguración, el 9 de julio de 1894, la Avenida de Mayo se convirtió en la principal vía comercial de la ciudad, ya que buena parte del comercio que desplegaba la calle Victoria (actual Hipólito Yrigoyen), se mudó a la nueva avenida. Allí se instalaron las principales tiendas, confiterías y hoteles de la ciudad, y en 1893 también el ex Palacio Municipal, sito en Bolivar 1 y Av. de Mayo 525, que fue obra del ingeniero Juan M. Cagnoni.
Llegando a la esquina de Perú (Av. de Mayo 600) estaba el edificio de la tienda “A la Ciudad de Londres”, un establecimiento que fue la primera tienda “a la europea” en la ciudad. El nuevo edificio sobre la avenida se habilitó hacia 1896 pero duró pocos años ya que un incendio lo destruyó en 1910.
Otro ejemplo de la grandilocuencia de estas construcciones en la Avenida de Mayo, es el Palacio Barolo, sito en Av. De Mayo 1370. Fue diseñado por el arquitecto italiano Mario Palanti, artífice también de su “mellizo” Palacio Salvo de Montevideo y del Hotel Castelar. El diseño fue a pedido del empresario textil Luis Barolo. Entre el 7 de julio de 1923, fecha de la inauguración, y 1935 fue el edificio más alto de la ciudad. Actualmente, en la cúspide posee un faro con una lámpara de 5000 watts, desde que fue puesto en valor en el año 2010 y declarado "Faro del Bicentenario". El Barolo se inscribe dentro de corrientes como el art nouveau o el art decó, pero se trata en realidad de una pieza única en su tipo, realizada en un estilo propio cultivado por Palanti. Su propietario tuvo en mente construirlo para utilizar tres pisos y luego alquilar los demás. Hoy, funciona como un edificio de oficinas (tiene más de 300). En 1997 este edificio fue declarado Monumento Histórico Nacional.
El primer establecimiento hotelero de la avenida fue el Gran Hotel España/Astoria (Av. De Mayo 930) del navarro Javier Laurenz y construido por el ingeniero español José Arnavat. Se inauguró en 1897. Hoy es sede del Sindicato de Gastronómicos. En una de las primeras fotos del edificio figura como propietario Manuel Quemada, quien fuera un empresario muy relacionado con la comunidad española.
En el mismo año se inauguró el Chacabuco Mansions Hotel, en Av. De Mayo 748. Funcionó entre 1897 y 1910 en un edificio academicista proyectado por el alemán Adolfo Büttner, para el empresario inglés G.W. Drabble, pionero de la exportación de carne congelada, director de compañías de ferrocarril y presidente del Banco de Londres y Río de la Plata. Su gran porte, altura y aspecto "cuadrado" le valieron el mote de Cubo Drabble.
Entre otros hoteles que se instalaron en la avenida estuvieron: el Hotel Ritz en Av. De Mayo 1111 y Lima. Fue diseñado también por el arquiteco italiano Juan Antonio Buschiazzo, en 1893. En la actualidad funciona como un hotel dos estrellas.
También, en la Av. De Mayo, figura el edificio del Ex Hotel Metropole en la esquina de Av. de Mayo 1207 y Salta. Fue uno de los primeros grandes hoteles de Buenos Aires, inaugurado en 1900, en la actualidad está ocupado por viviendas y oficinas.
El Hotel Chile, en Av. De Mayo 1297, fue proyectado por el arquitecto Louis Dubois en 1904 y se inauguró en 1906. Originalmente se llamó Hotel Lutecia, y fue uno de los mayores representantes del estilo Art Nouveau. El peor momento del Hotel Chile ocurrió el 4 de agosto de 1988, cuando surgió un incendio en el cuarto piso, extendiéndose a la mansarda y a la cúpula. El hotel fue restaurado en el 2018 cuando, desde el Ministerio de Ambiente y Espacio Público del Gobierno de la Ciudad, realizaron una reconstrucción en 3D y reforzaron la estructura para poder soportar la restauración de la cúpula. En la planta baja del Hotel Chile, funcionó durante años el restaurante Plaza España, uno de los varios especializados en la gastronomía española en este tramo tradicional de la Avenida de Mayo.
El Hotel París sito en Av. De Mayo 1161 funcionó entre 1904 y 1934, cuando fue transformado en casa de renta y escritorios. Es obra del arquitecto italiano Gerónimo Agostini. En su planta baja funciona el emblemático restaurante Plaza Asturias
El edificio del ex Hotel Majestic, en la esquina de Av. De Mayo 1301 y Santiago del Estero, fue construido en 1906 y se inauguró en 1909. Sus autores fueron Federico Collivadino e Ítalo Benedetti. En sus orígenes, fue uno de los más lujosos de la ciudad. En 1931 el edificio quedó en manos del Estado, que lo destinó a la DGI/AFIP. Ha sido cedido, recientemente, por la AABE (Agencia de Administración de Bienes del Estado) a la Administración de Parques Nacionales para constituir la Sede de la Casa Central.
En 1929, se construyó el edificio del Hotel Castelar (Av. De Mayo 1152) quizás el más destacado de todos. El edificio fue proyectado también por el arquitecto italiano Mario Palanti, y construido por el ingeniero José Pizone. En 1933 tuvo a su huésped más ilustre, el escritor español Federico García Lorca, quien permaneció en el establecimiento hasta marzo de 1934. En 2003, su habitación fue ambientada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en homenaje al histórico visitante. En el subsuelo del edificio funcionó la peña “Signo”, muy concurrida por las clases porteñas más acomodadas, adonde fueron habitués Norah Lange, Oliverio Girondo y Alfonsina Storni. Allí ellos agasajaron a García Lorca, con motivo del estreno de su obra Bodas de Sangre.
También se destaca el Café Tortoni, sito en Av. De Mayo 825. Es el más representativo y destacado, fue el café más antiguo de Buenos Aires, inaugurado en 1858, y funciona desde 1880 en el sitio actual, aunque su entrada estaba situada sobre la calle Rivadavia. Recién en 1898 se le construyó la entrada principal sobre Av. De Mayo, inaugurado en 1894. La fachada fue realizada por el arquitecto Alejandro Christophersen. Fue el primer bar de la ciudad en colocar sillas y mesas en las veredas.
Con respecto a los teatros, en Av. De Mayo 1222 se encuentra el Teatro Avenida de Buenos Aires, inaugurado en 1908. Ha sido tradicional sede de compañías españolas, de zarzuela, teatro y ópera. Fue obra de los ingenieros C. Férnandez Poblet y Alejandro Ortúzar, construido para los hermanos Juan y Joaquín Cordeu, y administrado por el empresario teatral portugués Faustino Da Rosa. Fue destinado a la zarzuela porteña desde 1910 con la representación para el centenario de la independencia argentina con "La verbena de la Paloma" dirigida por su autor Tomás Bretón y con la presencia de la infanta Isabel de Borbón y Borbón.
En 1922, la actriz Lola Membrives interpretó “La malquerida” y “Los intereses creados” con el propio autor, Jacinto Benavente como actor. En 1933, regresó con “Bodas de sangre”, “Mariana Pineda” y “La zapatera prodigiosa” de Federico Garcia Lorca. En 1979, un incendio de las oficinas aledañas provocó el derrumbe de instalaciones del teatro. La sala permaneció clausurada y en estado de abandono hasta que fue rescatado por un consorcio español-argentino que lo remodeló y volvió a su antiguo esplendor. Fue reinaugurado en 1994 con un concierto a cargo del tenor Plácido Domingo junto a la mezzosoprano Madrileña María José Montiel y las Argentinas Paula Almerares y Cecilia Diaz, acompañados por el Coro Polifónico Nacional.
En la Av. De Mayo también se encuentra la primera línea de subtes de la ciudad. El 15 de septiembre de 1911 la Compañía de Tranvías Anglo Argentina dio comienzo a su construcción. La obra fue realizada a cielo abierto por debajo de las avenidas de Mayo y Rivadavia y estuvo a cargo de la empresa Phillipp Holzmann & Cía. El servicio original de la que hoy es la línea A, se inauguró el 1 de diciembre de 1913 y corría entre las estaciones Plaza de Mayo y Plaza Once. Ese día viajaron unas 170.000 personas y estuvieron presentes el vicepresidente Victorino de la Plaza y el intendente Joaquín S. de Anchorena. Posteriormente, la línea llegó a Caballito. Al momento de su inauguración fue la primera línea de ferrocarril metropolitano subterráneo de Latinoamérica y la única durante más de 55 años, cuando se habilitó el primer tramo del metro mexicano. También lo fue del hemisferio sur y del mundo hispano, ya que el metro de Sydney data de 1926 y la línea de Madrid, de 1919.
Referencias:
http://www.arcondebuenosaires.com.ar/mayo_pagg-imag-gde25.htm
“El Observador Porteño”-Boletín Mensual del Observatorio del Patrimonio Histórico- Cultural, Año 3 / N° 17 Junio 2019 (buenosaireshistoria.org/publicaciones/EO17.pdf)
https://turismo.buenosaires.gob.ar/es/otros-establecimientos/avenida-de-mayo
https://www.clarin.com/arquitectura/avenida-mayo
https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/siete-hoteles-historicos-avenida-mayo-siguen-pie-nid2251905/
https://es.wikipedia.org/wiki/Avenida_de_Mayo
http://arquitecto-buschiazzo.blogspot.com/
https://www.clarin.com/ciudades/avenida-mayo-convirtio-corsodromo-cierre-carnaval-2020
06/2021
La Avenida de Mayo perdió una de sus cuadras con la ampliación de la Av. 9 de Julio en 1944. Sin embargo, con el correr del tiempo se convirtió en uno de los principales íconos de la ciudad. Originalmente llegaba hasta la avenida Entre Ríos pero luego de la construcción del palacio del Congreso Nacional (inaugurado en 1906) se decidió consagrarla como eje cívico este-oeste. En 1910 se abrió la Plaza del Congreso que hoy forma un conjunto con las plazas Mariano Moreno y Lorea.
Hasta la actualidad, la Av. De Mayo, por tratarse de la vía que une al Congreso de la Nación Argentina con la Casa Rosada, es la ruta obligada de los electos presidentes de la Nación los días de las asunciones, y el lugar predilecto para los desfiles o para la realización de las celebraciones durante las fechas patrias. También fue lugar para los corsos: el 15 de abril de 1898, se realizó el primer "corso de flores" de la Avenida de Mayo, organizado por la Sociedad de Beneficencia de la Ciudad. Y muy pronto se convirtió en el corso por excelencia de la Ciudad. Vivió su esplendor en los años 40 y 50. Luego fue interrumpido por las sucesivas dictaduras militares, hasta la vuelta de la democracia en 1983. En los años 90, la actividad renació, y perdura en la actualidad.
Entre los cafés más emblemáticos de la gran arteria, se destaca el Café Los 36 Billares, en Av. De Mayo 1271. Es un tradicional bar notable y restaurante, conocido por su subsuelo adonde funcionaban las mesas de billar. Fue inaugurado en 1894, cuando recién se había terminado la apertura de la Avenida de Mayo. Ocupa la planta baja y el subsuelo de un edificio de departamentos que fue construido en 1914 para la Compañía de Seguros “La Franco Argentina”, por los arquitectos Tiphaine y Colmegna, con estilo academicista francés.